Apoyo a los esfuerzos nacionales para la recuperación socioeconómica del país.
Impacto en la población
4,5 millones de personas alcanzadas en 332 municipios.
Personal ONU
En los últimos dos años, pasamos de menos de 200 profesionales a 800 empleados a finales de 2021.
Contrapartes y socios
El equipo de la ONU articula acciones con más de 200 contrapartes y socios implementadores al servicio de la población más vulnerable.
Oficinas ONU
20 oficinas ONU en el territorio nacional.
Como Naciones Unidas en Venezuela, aplicamos varios mandatos complementarios, pero somos una sola familia trabajando en las ciudades, en los campos y en lugares remotos con un solo objetivo: No dejar a nadie atrás.
Historias de vida
Eje 1: “Este programa es sinónimo de crecer”
“El manejo de las redes sociales me parecía que estaba en una nube inalcanzable. Ahora que entiendo la dinámica de los medios digitales, estoy totalmente enfocada en el comercio electrónico” Karen Ramirez era corredora de seguros en Caracas. Hace tres años se volvió emprendedora, lanzando una microempresa de producción de fulares para madres de niños y niñas de menos de 3 años. A pesar de las restricciones impuestas por el COVID-19, encontró un nuevo dinamismo en 2021 gracias a "En Marcha Digital", parte de un proyecto implementado por el PNUD y otros actores nacionales que apoya micro y pequeñas empresas a través de la innovación digital.
“Me permite cumplir mi meta de trabajar desde casa mientras alterno la crianza de mis hijas. El programa debe masificarse, porque es sinónimo de crecer. Este incentivo a la producción micro es esencial para movilizar la economía nacional”.
Karen Ramírez, emprendedora
Eje 2: “Aprendí a sumar, dividir y restar por internet”
“De la escuela recibo muchas tareas, me mandan a sumar, dividir, restar, debo buscar por internet o hacer la tarea que envían por WhatsApp. Extraño a la profesora. Extraño a mis amigos”. Erika, de 12 años, es la mayor de tres hermanos. Con la pandemia, su vida se transformó radicalmente. Su escuela se encontró parcialmente cerrada. Para muchas familias como la de Erika, la falta de recursos dificultó la educación a distancia. Conscientes de estos retos, y para incentivarlas a que no dejen de lado la educación durante la pandemia y apoyar su nutrición, UNICEF junto a sus socios distribuyó bolsas de alimentos y materiales escolares como lápices, cuadernos, entre otros, en las comunidades más vulnerables.
Pese a las dificultades, su madre Yoli, mantuvo sus esfuerzos para que sus hijos no abandonen la escuela y sigan aprendiendo. “Yo deseo que mis hijos sean unos muchachos estudiados, darles una buena carrera”.
Erika Estrada, estudiante
Eje 3: “Sabemos cuáles alimentos favorecen su desarrollo”
“Tres meses después del inicio del programa, puedo decir que mi hijo se alimenta bien y ha ganado peso. La lenteja es un alimento rico en proteínas, en energía, y está ayudando a su desarrollo".
En la cocina de su casa, en el noroccidental estado de Falcón, Sandy dice estar muy satisfecha con el impacto del programa de comidas escolares de WFP. Mientras su hijo Rodrigo, de 4 años, come un estofado de lentejas y arroz, proporcionados por WFP, con verduras frescas del mercado, Sandy añade que “hemos tratado de complementar su alimentación con el conocimiento que nos dieron en el programa. Estamos más conscientes del tipo de alimentos que favorecen su desarrollo”.
Sandy Larez, madre
Eje 4: "Yo quiero cuidar mi salud"
“La última vez que estuve en labor de parto, casi pierdo la vida”, relata Maira una mujer indígena Yukpa. A sus 26 años de edad es madre de seis hijos e hijas. Maira no quiere volver a quedar embarazada, pero en su comunidad hay mucha desinformación y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y anticonceptivos es difícil.
“Yo quiero cuidar mi salud”, comenta. Gracias a una jornada de colocación de anticonceptivos llevada a cabo en la comunidad Misión Los Ángeles de El Tukuko, en el estado Zulia, por el UNFPA, Maira pudo acceder de manera informada a un dispositivo intrauterino. “Estoy contenta, ya me puse el aparato, voy a ver el futuro de mis hijas”.
Maira Opikuko, miembro de la comunidad Yukpa
Eje 5: “Los niños ya no pasan tanto tiempo en la calle”
“La cancha ha cambiado mucho porque en estos espacios los niños vienen y se recrean todos los días. Ya no la están pasando en la calle haciendo cosas que no deben hacer sino ahora todo es deporte y cultura”, Jeanette, miembro de la comunidad.
El espacio construido por ACNUR y el Consejo Noruego para Refugiados ha cambiado la vida de muchos jóvenes de la comunidad. La cancha forma parte de un complejo, donde además se construyó un salón para asambleas ciudadanas y otras actividades de integración comunitaria. La práctica de deportes en la cancha de La Libertad, edo. Táchira, contribuye a mitigar los riesgos de protección a los que están expuestos los niños, niñas y adolescentes en esta comunidad fronteriza.
Jeanette Santaella, Comité de Higiene de la comunidad
Eje 6: “Pronto podremos disfrutar de los verdaderos frutos de nuestro trabajo”
“En nuestra empresa TUKUPU las mujeres son mayoría y participan en la toma de decisiones”, explica Cecilia Rivas, lideresa electa de su comunidad kariña que vive en el corazón de la reserva forestal Imataca, en el estado Bolivar. El proyecto de ‘Ordenación forestal sustentable y conservación de bosques en la perspectiva ecosocial’, ejecutado con el respaldo institucional y financiero del Ministerio de Ecosocialismo, el Fondo del Medio Ambiente Mundial, y la FAO, ha logrado, solo en materia de restauración, la producción de plantas suficientes para restaurar 40 hectáreas a través de agroforestería y reforestación. El resultado de esta acción representa un impacto en la mitigación de los efectos del cambio climático: más de 14 000 toneladas de CO₂ equivalente como resultado de la restauración de bosques.
“Esperamos lograr alianzas con el sector privado para avanzar en la consolidación de nuestra empresa”, dice Cecilia Rivas.
Cecilia Rivas, lideresa electa de su comunidad kariña
